No podemos hablar de empresas sin hablar de personas.

Son las personas las que, con sus pequeñas acciones definen, día a día, el éxito o fracaso de una empresa y, por lo tanto, su evolución en bolsa.

Por esa razón, no podíamos empezar la primera entrega de nuestra guía para encontrar empresas excepcionales sin fijarnos primero en ellas.

En este artículo, vamos a fijarnos en dos grupos de personas cuyo impacto sobre los resultados de la empresa son clave: el CEO y el equipo ejecutivo.

Los líderes excepcionales crean una visión, la articulan y la impulsan implacablemente hasta alcanzarla. Jack Welch

¿Contratarías a este CEO?

El CEO es el responsable último del destino de la empresa.

Su misión fundamental es analizar, con honestidad, la situación actual de la empresa, tener una visión clara de dónde quiere hacerla llegar y guiar al equipo por el mejor camino para lograrlo.

Puede parecerte una pregunta extraña para tomar una decisión de inversión, pero, si vas a poner parte de tus ahorros en sus manos, ¿no deberías preguntarte antes de nada si el CEO de la empresa en la que vas a invertir es la persona correcta para dirigir su futuro?

1. ¿El CEO es el fundador de la empresa?

El éxito de empresas como Amazon o Tesla no puede entenderse sin personajes como Jeff Bezos o Elon Musk. Pero más allá de los casos anecdóticos, los estudios demuestran que las empresas dirigidas por su fundador obtienen mejores resultados que la media.

Un estudio de la Universidad de Pensilvania concluye que, incluso después de ajustar los resultados por industria, tamaño de la empresa y un sin fin de variables, las empresas dirigidas por su fundador obtienen excesos de rentabilidad de 4,4 puntos porcentuales en comparación con la media del mercado.

Otro estudio de la Universidad de Purdue asegura que las empresas lideradas por fundadores generan un 23% más de patentes por cada euro invertido en I+D+i, y que están más dispuestas a modernizar sus modelos de negocio cuando cambia el mercado.

Parece que, después de todo, los accionistas de empresas como Adobe, Netflix, Salesforce o WalMart estamos en deuda con sus fundadores.

2. ¿El CEO tiene una visión clara de dónde debería estar la empresa en 5/10 años?

En su libro Primal Leadership, Daniel Goleman describe tres rasgos del líder visionario: ve el mundo de forma diferente, lo que le permite encontrar oportunidades donde nadie más lo hace; consigue transmitir y unir a los demás entorno a su visión; y empuja hasta hacerla realidad .

Tener una visión clara ayuda a enfocar todos los esfuerzos de la organización en la misma dirección, aumenta el compromiso de los empleados con la estrategia y, en definitiva, ayuda a conseguir mejores resultados.

3. ¿Se centra el CEO en los resultados a largo plazo, incluso si eso le genera dolor en el corto plazo?

La evidencia demuestra que las empresas crean más valor para los accionistas cuando el CEO se centra en el largo plazo. Sin embargo, la presión que tiene que soportar el CEO de una empresa cotizada por ofrecer al mercado resultados positivos trimestre tras trimestre es cada vez mayor.

Un estudio de McKinsey confirma que los CEOs de las empresas cotizadas sufren constantemente presiones para cumplir los objetivos a corto, incluso si eso les hace detraer recursos de sus estrategias a largo.

Un rasgo común a la mayoría de empresas excepcionales es un desprecio significativo por el corto plazo que permite poner todos los esfuerzos en el largo. Esto se traduce, entre otras cosas, en CEOs que se centran en satisfacer a los inversores orientados al largo plazo mientras ignoran al resto de inversores y al mercado.

4. ¿El CEO está apasionado con la misión de la empresa?

Dicen que Elon Musk trabaja entre 80 y 100 horas semanales y que en los momentos más críticos para Tesla comenzó a dormir en el suelo de la fábrica para ahorrar tiempo por las mañanas. Lo que es seguro es que nadie dudaría de su pasión por convertir en realidad, lo que hace una década parecía solo un sueño.

Ya sea acelerando la transición del mundo a energías renovables, haciendo realidad la conducción autónoma o acercando a la humanidad al espacio, un CEO apasionado por la misión de la empresa hará lo que sea necesario para que triunfe.

5. ¿El CEO está involucrado tanto económica como emocionalmente?

Los costes de agencia surgen cuando los intereses del CEO de una empresa entran en conflicto con los de sus accionistas.

En 2001, el CEO de Enron y su equipo directivo falsificaron las cuentas de la empresa, multiplicaron por cinco su precio en bolsa y aprovecharon para vender sus acciones en máximos históricos antes de llevar a la firma a la quiebra.

Aunque este tipo de escándalos es difícil de prever, un CEO involucrado con el futuro de la empresa tanto económicamente (porque gran parte de su patrimonio depende de la evolución de la empresa a largo plazo) como emocionalmente (porque siente la misión de la empresa como algo personal), tiene una menor probabilidad de tomar decisiones contrarias a los intereses de los accionistas.

6. ¿El CEO ha demostrado su capacidad para lograr éxitos relevantes a largo plazo en un campo similar en el pasado?

Según un estudio publicado por la Harvard Business Review, el rasgo que mejor predice el éxito o el fracaso de un CEO es tener en su currículum un historial de entrega de resultados muy por encima de los objetivos. Según el estudio, las personas con este rasgo tienen una probabilidad 15 veces superior de tener éxito como CEOs de una empresa que la media.

Por mundano que parezca, la capacidad de producir resultados de forma fiable es, posiblemente, el mejor predictor del éxito o fracaso de un CEO y, con él, de su empresa.

¿Confiarías en el Consejo de Administración y el Equipo Directivo para gestionar tu dinero?

Es tan importante poder confiar en el CEO como en el equipo que le acompaña.

Cuando compras acciones de una empresa estás comprando una pequeña parte de un negocio. Si a la hora de emprender un negocio no te asociarías con cualquiera, ¿por qué hacerlo a la hora de invertir?

7. ¿Han demostrado ser honestos?

Luckin Coffee, el Starbucks chino, salió a bolsa en mayo de 2019 con la promesa de lograr para sus accionistas lo que años antes había logrado su álter ego americano. La ensoñación duró poco y en abril de 2020 se descubrió un enorme fraude contable que hundió la cotización de la empresa de 50 a 1,39 dólares en poco más de 4 meses.

Para muchos de nosotros, el resultado no fue sorprendente. La reputación de Charles Lu, el presidente de Luckin Coffee, ya era controvertida antes de esta salida a bolsa. Muchos de sus emprendimientos anteriores siguieron un esquema similar: entrada en un mercado emergente, captación rápida de cuota de mercado financiando ventas a pérdida con capital, salida a bolsa con precios inflados gracias a los excelentes ratios de crecimiento en ventas y, por último, venta rápida y masiva de las acciones del equipo fundador y los primeros inversores antes de que el precio se hunda.

Una buena prueba para determinar la honestidad del equipo directivo consiste en analizar cómo se comporta en situaciones difíciles. ¿Revela los asuntos importantes, especialmente los errores y riesgos, con franqueza, en un lenguaje claro, sencillo y sin ambigüedades? ¿O por el contrario hace como que no existen, los minimiza, trata de ocultarlos o los aborda con un lenguaje enrevesado que los hace difíciles de comprender?

Es difícil probar la honradez de alguien a priori, pero su comportamiento ético en el pasado suele ser un buen indicador de cómo se comportará a futuro.

8. ¿Han demostrado ser capaces?

Si la capacidad del CEO para lograr éxitos relevantes en el pasado es importante, no lo es menos la capacidad del equipo que le acompaña.

Un equipo directivo capaz tiene muchas habilidades, sólidos conocimientos técnicos y una profunda comprensión del negocio. Puede encargarse del día a día de forma completamente autónoma, lo que permite al CEO y el Consejo dar un paso atrás en las actividades cotidianas y centrarse en los planes de crecimiento a largo plazo, donde aportan más valor.

9. ¿Tienen una parte importante de su patrimonio invertido en la empresa?

De la misma forma que es importante que el CEO esté involucrado emocional y económicamente en la empresa, el hecho de que el equipo directivo tenga buena parte de su patrimonio invertido es una señal positiva.

Por un lado, al ser también accionistas de la empresa, su incentivo para maximizar el valor de las acciones es alto. Por otro, al conocer la realidad de la empresa de primera mano, su capacidad de análisis del futuro de la compañía suele ser mucho más alta que la de cualquier analista.

Así pues, el «insider trading», la compra-venta de acciones por parte de empleados, es un indicador importante a tener en cuenta a la hora de invertir.

10. ¿Es justa la remuneración del equipo ejecutivo?

Un equipo con una remuneración demasiado baja puede tener la tentación de «compensar la injusticia» aprovechándose de la empresa. Por el contrario, una remuneración por encima de la media de mercado es una bandera roja típica de ejecutivos poderosos que antepone sus intereses personales a los de la empresa.

Una retribución generosa pero justa, en la media de empresas similares, suele ser un indicador de una relación sana win-win.

Estos son solo algunos de los factores que debes analizar a la hora de identificar empresas excepcionales. En próximos artículos analizaremos el impacto que tienen otros muchos factores, incluidos los empleados, el grupo de personas con mayor impacto en el día al día de la empresa.

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