Walker & Dunlop (NYSE:WD) es uno de los mayores prestamistas inmobiliarios de Estados Unidos. Lleva proporcionando soluciones de financiación a promotores inmobiliarios desde 1937 y gestiona más de 100.000 millones de dólares en hipotecas.
Sus préstamos están avalados por Fannie Mae y Freddie Mac, dos agencias semi-gubernamentales cuyo objetivo es lograr que fluya el crédito a sectores como el inmobiliario, garantizando a las entidades financieras el cobro de los préstamos.
Pero el verdadero protagonista de esta tesis de inversión es Willy Walker, el actual CEO de la compañía y nieto del fundador. Bajo su liderazgo, Walker & Dunlop ha pasado de ser una pequeña empresa familiar a convertirse en una de las mayores empresas de financiación inmobiliaria comercial de Estados Unidos.
Fue Walker quien sacó la empresa a bolsa en 2010 y quien ha logrado un increíble retorno para los accionistas desde entonces: las acciones de Walker & Dunlop se han revalorizado más de un 1.400%.
En 2015, Walker fijó como ambición duplicar la facturación de 500 a 1.000 millones de dólares en los siguientes 5 años. En 2020, la empresa no solo había alcanzado el objetivo, sino que sus ventas superaron los 1.100 millones, y su cartera de préstamos se incrementó un 115% pasando de 50.000 millones de dólares a 107.000 millones.
Walker ha sido capaz de conseguir todo esto al tiempo que mantenía el espíritu familiar de la empresa. Walker & Dunlop ha sido elegido como Great Place to Work® durante cinco de los últimos seis años, los empleados valoran la empresa con un 4,6 sobre 5 en GlassDoor, el 93% la recomendaría a un amigo como un buen lugar para trabajar y la aprobación de Walker como CEO por parte de los empleados es del 94%.
A finales de 2020, Walker dio a conocer su plan “Drive to ’25” definiendo su amibición para los siguientes 5 años. Una vez más, los objetivos son extremadamente ambiciosos.
Walker aspira a casi duplicar los ingresos pasando de unos 1.100 millones de dólares al año a entre 1.700 y 2.000 millones en 2025. Su ambición en cuanto a rentabilidad pasa por duplicar el beneficio por acción de los 7,69 dólares conseguidos en 2020 a entre 13 y 15 dólares. Para conseguirlo, pretende:
- Aumentar el volumen de financiación de menos de 35.000 millones de dólares en 2020 a más de 60.000 millones en 2025.
- Aumentar la cartera de servicios hipotecarios de unos 107.000 millones de dólares en 2020 a 160.000 millones a finales de 2025.
- Desarrollar la venta de inmuebles de forma espectacular, cuadruplicando las ventas de 6.100 millones de dólares en 2020 a más de 25.000 millones de dólares en 2025.
- Establecer capacidades de banca de inversión inmobiliaria comercial y hacer crecer este área de negocio hasta alcanzar los 10.000 millones de dólares bajo gestión.
En definitiva, nos encontramos ante una empresa rentable, dirigida de forma brillante desde hace una década por el nieto de uno de sus cofundadores y con un plan de futuro increíblemente ambicioso pero, al mismo tiempo, realista.
Si se ciñe a su plan, no parece descabellado pensar que Walker & Dunlop termine por convertirse en la empresa líder en financiación inmobiliaria comercial en Estados Unidos y que multiplique por 5, o incluso por 10, su valor en bolsa en la próxima década.