¿Qué es el market timing?
El market timing es una estrategia de inversión que consiste en comprar y vender acciones intentando predecir si la bolsa, en su conjunto, subirá o bajará a medio plazo.
El objetivo de los seguidores de esta estrategia es comprar cuando creen que la bolsa va a subir y vender cuando creen que va a empezar a bajar.
Creen que pueden predecir si es un buen momento para invertir en bolsa o no.
Esta «estrategia» me encanta. Vamos a desmontarla.
¿Es un buen momento para invertir en bolsa?
Está claro que invertir a largo plazo es mucho mejor que hacerlo a corto: reduce el riesgo e incrementa la rentabilidad, pero…
¿Por qué mantenerte durante años en el mercado y soportar las subidas y bajadas cuando puedes comprar barato y vender caro?
El 11 de septiembre de 2001 dos aviones se estrellaban contra las Torres Gemelas en Nueva York.
El índice S&P500 sufrió una de las peores caídas de su historia: un 16% en menos de 10 días.
En un instante, trillones de dólares se evaporaron del mercado.
Apenas 3 semanas más tarde la bolsa había recuperado todo lo perdido. Y un poco más.
Si hubieras sacado tu dinero antes de los atentados y hubieras vuelto a invertirlo todo 10 días después, habrías clavado el market timing y hubieras ganado en unos pocos días lo que de otra forma te hubiera costado años.
Pero siendo realistas… ¿Crees que podrías haber acertado con precisión cuándo se hundiría la bolsa y cuándo se recuperaría? ¿Podías predecir los atentados de 2001? ¿La quiebra de Lehman Brothers en 2008? ¿La pandemia del Coronavirus en 2020?
Algunos inversores aseguran ser capaces de predecir cuándo se hundirá la bolsa. Pero como estás viendo, eso es imposible.
De hecho, el 90% de los gestores de fondos activos consiguen peores rentabilidades comprando y vendiendo durante el año que si, simplemente, dejaran el dinero invertido en bolsa y no hicieran nada.
Perderte los mejores días de bolsa puede ser catastrófico
Aun así, supongamos tuvieras una bola de cristal y fueras capaz de predecir cuándo se va a hundir el mercado.
¿Cómo identificarías el momento ideal para volver a comprar? ¿Cuando suba un 1%? ¿Un 10%? ¿Un 20%? ¿Y si sube un 10% pero vuelve a hundirse antes de la recuperación final? ¿Acabarás comprando demasiado pronto? ¿Demasiado tarde?
Si es imposible predecir cuándo bajará la bolsa, predecir cuándo subirá no es menos complicado. Y además, es increíblemente arriesgado.
¿Sabes cuál sería, históricamente, tu rentabilidad anual media si te perdieras los 3 mejores días de cada año?
-7%.
Sí, sí… Menos. Siete. Por. Ciento.
Salir de la bolsa 3 días al año puede hacer que tu rentabilidad se vuelva negativa. Muy negativa.
Si hubieras invertido 10.000 dólares en el S&P 500 el 31 de diciembre de 2005 y los hubieras mantenido hasta el 31 de diciembre de 2020, habrías conseguido una rentabilidad media anual del 9,88%.
- Tus 10.000 dólares se hubieran convertido en 41.100 dólares durante los casi 4.000 días que estuvo abierta la bolsa. Pero…
- Si te hubieras perdido sólo los 10 mejores días, tendrías menos de la mitad de dinero.
- Si te hubieras perdido los 20 mejores días, apenas habrías ganado dinero en esos 15 años.
- Piérdete algún día más y tendrías menos dinero del que invertiste.
Acertar con el mejor momento para comprar es imposible (y además inútil)
Vámonos ahora a 2020. El día 23 de marzo, en pleno inicio de la pandemia del coronavirus, el mercado de valores tocó fondo.
No había vacunas, ni tratamiento, ni respiradores, ni mascarillas… La humanidad estaba en una encrucijada de la que no sabía cómo salir.
Había que ser muy valiente para comprar en una situación así.
Pero lo cierto es que si hubieras esperado 3 semanas para hacerlo, te hubieras perdido más del 50% de la recuperación de la bolsa.
Elegir el mejor momento para comprar es extremadamente complicado y, por si fuera poco, es en los mejores momentos para comprar en los que resulta más difícil invertir.
Hay que ser muy valiente (o un poco loco) para invertir justo al inicio de la mayor pandemia de la historia moderna.
Pero no solo es difícil, sino que, además, es inútil.
Imagina que inviertes en bolsa 1.000 euros cada año el mejor día del año durante los próximos 30 años.
Si nos dejamos guiar por la historia, al cabo de 30 años tus 30.000 euros se habrán convertido en unos 155.000 euros.
Nada mal.
Pero… ¿y si tienes tan mala suerte que siempre eliges el peor día del año para invertir?
No solo un año, sino los 30 años seguidos.
¿Cuánto crees que valdrán tus 30.000 euros?
¿5.000? ¿10.000? ¿20.000?
En realidad tendrás 122.000 euros.
Habrás multiplicado tu inversión inicial por cuatro y solo ganarás 30.000 euros menos que de la otra forma.
Obviamente, tener 30.000 euros extra sería genial, pero teniendo en cuenta que con el peor método posible hubieras convertido tus 30.000 euros iniciales en 122.000 euros, no parece una diferencia muy grande.
¿Qué conclusión podemos sacar?
Acertar con el mejor momento para invertir es prácticamente, irrelevante en términos de rentabilidad. Lo que de verdad importa es el tiempo que mantenemos nuestra inversión.
Es más importante el Time In The Market que el Market Timing.
Alternativas al market timing
Independientemente de cuándo estés leyendo esto, si miras la evolución de la bolsa a lo largo de los últimos años, verás que, altibajos aparte, la bolsa está hoy muy cara en comparación con hace una década.
No en vano, la bolsa sube 3 de cada 4 años. Justo esa es la razón por la que invertimos.
Lo más probable es que en los periódicos económicos de la última semana haya algún artículo en el que explica en detalle que la bolsa está muy cara y como una corrección es inminente.
Podrías decidir que lo mejor es esperar para invertir. Pero como hemos visto, quedarte fuera del mercado por que la bolsa «está cara» solo sirve para perderte algunos de los mejores días de bolsa del año.
Al final terminarás comprando lo mismo, más tarde y más caro.
Descartada la opción del market timing, nos quedan dos estrategias para decidir cuándo invertimos:
- Invertir todos tus ahorros de golpe (Lump Sum Investing)
- Invertir una cantidad fija todos los meses (Dollar Cost Averaging)
Veamos en qué consisten.
¿Qué es el Dollar Cost Averaging?
El Dollar Cost Averaging es una estrategia de inversión que consiste en invertir una cantidad fija a intervalos regulares, por ejemplo, todos los meses.
Imagina que cada año cobras un bonus de 12.000 euros.
Los defensores del Dollar Cost Averaging te sugerirán que inviertas 1.000 dólares cada mes durante los próximos 12 meses en lugar de invertir los 12.000 euros de golpe.
De esta forma, promediarás el precio al que compras las acciones a lo largo de todo un año y minimizarás las posibilidades de invertir todo tu dinero en un pico, cuando los precios de las acciones estén más caras.
¿Te imaginas invertir todos tus ahorros el día antes del crack bursátil de 1929? El Dollar Cost Averaging te permite evitar, justamente, ese tipo de escenarios extremos.
¿Qué es el Lump Sum Investing?
El Lump Sum Investing consiste en invertir todo el dinero disponible tan pronto como llega a tus manos.
Los defensores de esta estrategia te dirán que inviertas en bolsa los 12.000 euros de tu bonus el mismo día que los cobres, porque cada día que permaneces fuera del mercado estás perdiendo dinero.
Y no les falta razón.
De hecho, 3 de cada 4 veces, invertir todo el dinero de golpe es más rentable que hacerlo poco a poco.
Entonces, ¿invierto todo de golpe o promedio el coste?
Invertir es, en última instancia, aprender a convivir con el riesgo.
Como inversor, debes preguntarte si estás dispuesto a perder algo de rentabilidad a cambio de algo más de tranquilidad.
Vanguard ha realizado un estudio muy interesante en el que compara cómo habrían funcionado ambas estrategias a lo largo de las últimas décadas.
Su conclusión es que invertir todo de golpe hubiera sido mejor estrategia un 74% de las veces.
Sin embargo mi recomendación es que utilices la estrategia de Dollar Cost Averaging, es decir, que hagas aportaciones periódicas, mensuales o quincenales, a tu cartera.
¿Por qué? Porque te permite poner tu estrategia de inversión en piloto automático.
Al comprometerte con una aportación fija periódica, evitas el riesgo de tomar decisiones motivado por las emociones.
El error más común entre los inversores, incluso los más experimentados, es dejarse llevar por la avaricia e invertir más de lo que tenían pensado cuando el mercado sube y menos de lo que querían, amordazados por el miedo, cuando los precios bajan.
Este sesgo inconsciente hace que acabes invirtiendo más cuando la bolsa está cara y menos cuando está barata. Exactamente lo contrario de lo que deberías hacer.
Sé temeroso cuando los demás son codiciosos, y codicioso cuando los demás son temerosos. Warren Buffett
Invertir una cantidad fija cada mes te permite ignorar los titulares de prensa sobre los vaivenes del mercado. Si el mercado sube, comprarás menos acciones con tu aportación fija mensual. Si el mercado baja, podrás comprar más acciones a un precio más bajo con el mismo dinero.
Además, realizar aportaciones periódicas te ayuda a crear hábito inversor. Algo muy importante para un monje como tú.
Al cabo de un tiempo lo considerarás como un gasto fijo más, lo incorporarás a tu presupuesto como el recibo del agua o de la luz y eso te ayudará a alcanzar tus metas de ahorro más fácilmente.
Decidas lo que decidas, recuerda. Invertir es una carrera de fondo, no una prueba de velocidad.
Brutal el artículo de hoy!
Muy interesante la comparación entre aportaciones periódicas Vs todo de golpe.
¡Muchas gracias Javier! Me alegro de que te haya gustado. Recuerda compartirlo con tus conocidos.