Si pensabas que hacer trading era sinónimo de invertir, no estás solo. Todos los que nos acercamos al mundo de la inversión por primera vez pasamos por ahí en algún momento.

La realidad es que se trata de dos cosas muy distintas que requieren estrategias muy diferentes para tener éxito. Aprender la diferencia entre invertir y hacer trading es, de hecho, una de las lecciones más importantes que un inversor puede aprender.

La eterna duda

La semana pasada recibimos un montón de mensajes vuestros, queridos Monjes, en relación a nuestras últimas recomendaciones; la mayoría preguntándonos si deberíais vender para realizar algunos beneficios.

Probablemente no es coincidencia que recibiéramos tantos mensajes parecidos a la vez.

Hace dos semanas recomendamos en Ideas de inversión una fintech que está revolucionando el mundo de los pagos en Brasil; a pesar de haber caído más de un 67% en los últimos meses, su precio en bolsa se disparó un 20% inmediatamente después de nuestra recomendación.

Otra de nuestras ideas, una empresa de financiación de compras online que recomendamos este año, se ha revalorizado más de un 170% solo en los últimos 3 meses.

Con números como estos, parece tentador vender y realizar algunas de esas increibles ganancias. Pero… ¿cómo debería proceder un verdadero Monje de MonkStreet?

Investing vs. trading

Cuando inviertes, te conviertes en propietario de un negocio. Cuando haces trading, intentas obtener beneficios comprando y vendiendo papelitos (acciones).

Los inversores buscamos comprar y mantener nuestras inversiones a largo plazo porque creemos que las empresas en que invertimos tendrán éxito en el futuro. Los traders compran y venden acciones a corto plazo porque creen que pueden predecir los cambios en el precio de las acciones en el presente.

La diferencia entre la inversión y el trading es fácil: la inversión consiste en comprar EMPRESAS a largo plazo, mientras que el trading consiste en comprar y vender ACCIONES a corto.

¿Qué significa invertir realmente?

Invertir es comprometer capital en una empresa (un negocio, un proyecto, una propiedad inmobiliaria, etc.) con la expectativa de obtener ingresos o beneficios a largo plazo.

Invertir significa que no tendrás suficiente dinero para comprar un Ferrari mañana, pero que, con tiempo, la estrategia adecuada y algo de suerte, podrás retirarte mucho antes de los 65 y acabaras con algunos millones en el banco.

Significa que si tus inversiones no van bien durante un tiempo, no arruinarán tu vida. Y, al mismo tiempo, significa que si las cosas van mejor de lo esperado, tampoco cambiará tu forma de actuar.

La primera pregunta que mucha gente se hace nada más comprar una acción es «¿cuándo tengo que vender?». Y las respuestas más repetidas son cosas como «mi precio objetivo es XX€», «si el precio se duplica, venderé la mitad y así habré recuperado mi inversión inicial» (WTF!) o «voy a poner un stop loss por si acaso baja»…

En realidad, lo primero que te recomiendo que hagas con tu inversión cuando sientas la tentación de vender es tomarte unos minutos y reflexionar con una taza de café en la mano. Pregúntate ¿por qué la compraste en primer lugar? ¿han cambiado las razones que te hicieron comprarla? La mayoría de las veces, esa es la única razón válida para vender una acción.

¿Por qué no deberías hacer trading?

Si me preguntas a mí te diré que sobran traders y faltan inversores.

No me entiendas mal. No pongo en duda que existan traders capaces de batir al mercado a largo plazo. Pero se pueden contar con los dedos de una mano. Esa es la primera razón por la que no deberías dedicarte al trading. Es muy poco probable que tú seas uno de los elegidos.

En segundo lugar, incluso si fueras realmente uno entre un millón (y permíteme que lo dude), ¿te gustaría convertirte en esclavo? Un trader entrega su vida, 24/7, a seguir y analizar los mercados, la economía, la política, las noticias… Cualquier acontecimiento, por pequeño que sea, puede desbaratar sus apuestas.

Una de las razones por las que me apasione invertir es porque mi dinero trabaja por mí mientras yo me dedico a otras cosas. Analizo empresas, tomo decisiones de compra y espero. Simplemente espero. Y mientras yo espero, las empresas en las que invierto siguen vendiendo y creciendo. Y mientras eso ocurre, yo dedico mi tiempo a mi familia, a mis amigos, a mi trabajo y a mis aficiones,.

Invierte en acciones y mantenlas durante años. No tradees. Se libre.

Invierte como un monje

Está claro. No debes hacer trading, sino invertir. Pero… ¿Cómo invertir? Pues es fácil; deberías invertir como un monje. Incluso si no eres creyente.

La palabra invertir deriva del latín «investire», que significa ponerse la ropa. Cuando inviertes, te pones el hábito de la empresa en la que inviertes del mismo modo que un monje se pone el hábito cuando se ordena y no se lo vuelve a quitar nunca.

Piensa en la gente que va a un partido y se pone la camiseta de su equipo. Si el equipo pierde ese día, no se quita la camiseta. Bueno, algunos sí, pero esos son los traders. Un inversor se deja la camiseta puesta durante años porque ama a su equipo.

Lo mismo deberías hacer con tus inversiones. Encuentra empresas que te apasionen y que quieras que te acompañen durante años. No intentes comprar para vender de inmediato intentando adivinar qué hará la acción mañana.

Recueda que solo hay una razón para vender y no tiene ABSOLUTAMENTE nada que ver con si sube o baja la bolsa.

Conclusión

Si me preguntas a mí, estoy convencido de que todo el mundo debería invertir y no hacer trading para tener éxito en bolsa. Pero resulta que los que pensamos así somos una minoría. Por eso nos llamamos Monks. Porque vamos en contra de las modas, nos olvidamos de las recompensas a corto plazo y nos centramos sólo en el largo plazo.

Si quieres ser un verdadero Monje, ponte el hábito. Empresas vs. acciones. Negocios vs. papelitos. Largo vs. corto. Investing vs. trading.